pelar la pava
Cortejar a una persona. Ligar. Conversar dos enamorados. Estos dos no se enteran de nada de lo que pasa a su alrededor. Llevan toda la tarde pelando la pava. El origen del dicho parece estar en un cuento de procedencia andaluza. Una mujer ordenó a su criada que pelase una pava para un banquete. La muchacha se fue a pelarla junto a la reja de la ventana -de aquí que antiguamente la locución se refiriera sólo a quienes se hablaban a través de una reja-, lugar en el que esperaba su enamorado. Al darse cuenta de que la criada no volvía, la señora la llamó, a lo que aquella contestó: «Ya voy, señora, es que aún estoy pelando la pava.».
Diccionario de refranes, dichos y proverbios