barroco
El nombre de ese estilo recargado y profusamente decorado que triunfó en España entre los siglos XVII y XVIII procede, como otros muchísimos, del francés -compartidos con el italiano- baroque, donde también significa 'extravagante'.
Pero la historia de esta palabra es un poco más complicada. Para conocerla bien, debemos partir de aquellos juegos de lógica llamados silogismos que usaban los escolásticos, y que constaban de tres proposiciones, de las que la tercera tenía que deducirse de las dos anteriores. Uno de estos silogismos, tomado por los renacentistas como modelo del razonamiento formalista y absurdo, recibía el nombre de Barocco, como si, por ejemplo, dijéramos:
Los hombres son animales;
los hombres piensan;
luego, los animales piensan.
Vayamos ahora al portugués antiguo, donde descubrimos que el término barrôco (hoy barroco) designaba un tipo de perla que mostraba irregularidades en su forma, y que pasó al francés en la forma de baroque.
Tenemos entonces que Barocco y baroque, lo extravagante, lo exagerado y las formas irregulares de la perla deforme acabaron produciendo un concepto tan rico en matices como en adornos.
Diccionario del origen de las palabras