brisca
Este popularísimo juego de naipes recibe su nombre del francés brisque que, aunque en esa lengua se llame con más frecuencia mariage, encuentra su origen en la palabra briscambille o bruscambille, que se derivaría del nombre o del apodo de un actor francés del siglo XVII, más famoso por su intensa afición a los naipes que por su aportación a la escena. Cabe decir que el juego en cuestión se llama actualmente bescambrilla en catalán y en valenciano, biscambra en varios países de Hispanoamérica y briscola en italiano, lo cual refuerza indudablemente esta teoría.
Sin embargo, algunos estudiosos sostienen que la brisca es una deformación de la voz gresca, nombre de un juego de cartas documentado ya en catalán en la Corona de Aragón, nada menos que en el siglo XIII. Se sabe que estuvo perseguido por considerarse peligroso y propio de personas de mal vivir, lo cual afianzaría la idea del nombre primitivo, sinónimo actual de 'pelea, riña', y que nos llegaría del antiguo francés griesche, 'juego de azar', del adjetivo latino graeciscus, 'griego', por la fama de jugadores y viciosos (recuérdese el «amor griego») que tenían los griegos durante las Cruzadas. >> mus y tute.
Diccionario del origen de las palabras