desván
Esa pieza más alta y no habitada de la casa, que va recogiendo desde las cosas inservibles hasta los productos de la matanza, o hace las veces de secadero, recibe en nuestro idioma, entre otros nombres (como el de sobrado), el de desván, sustantivo que procede de un verbo ya perdido: desvanar, proceso nada anormal y que descubrimos en la palabra hilván ('el hilo vano') y su verbo hilvanar. Significaba desvanar no otra cosa que 'vaciar', obviamente derivado de vano, 'vacío' (como el latín vanus, 'vacío'), con el valor de 'lugar vacío [para vivir] entre el tejado y el último piso', con un valor arquitectónico que se mantiene actualmente en una de las acepciones de vano, con el valor de 'hueco [para una ventana, una puerta]'.
Obsérvese que cuando ese piso se habita, ahora le damos el clásico nombre de >>ático, o el mucho más moderno (y con menos sabor) de piso bajo-cubierta.
Diccionario del origen de las palabras