ogro
Parece provenir esta palabra del nombre de Orcus (u Orchus), una de las divinidades infernales de los romanos, identificado con Plutón, dios romano del mundo subterráneo y que podía llegar a representar directamente a la muerte.
Orcus era, con sus hijas y un dragón de múltiples cabezas, señor del mal, se alimentaba de carne humana, y aparece representado ya en antiguas tumbas etruscas del siglo V a. C. como un gigante con el cuerpo completamente lleno de pelo. La mitología europea se encargó de caracterizarlo como un ser maligno que se alimentaba de carne humana. De ahí al ogro de nuestros cuentos (recuérdense Pulgarcito o El gato con botas) no hay sino un imaginativo paso.
Diccionario del origen de las palabras