pene
La historia etimológica de esta palabra no tiene mucho interés, pues procede de la forma latina pene(m), acusativo de penis, -is, 'pene, miembro viril'. La curiosidad está en el propio latín, donde, en primer lugar, significó 'cola de animal', en alusión a su movimiento oscilante. De la misma raíz, existía en esta lengua el verbo pendere, en español actual pender, que significaba 'colgar' y 'pesar'; no olvidemos que en la balanza romana, en uso aún hoy en algunos lugares, había que colgar las cosas para pesarlas. También palabras como péndulo, pendón o pendular están emparentadas con las anteriores a través de la raíz indoeuropea *(s)pen-, 'hilar, estirar'. Seguramente fue la colocación y el movimiento del huso de la rueca lo que llevó al significado del pendere latino que antes comentamos.
Por una clara metáfora zoomórfica penis comenzó también a significar en latín 'pincel' -no podemos negar que tiene forma de cola de animal-, significado que se mantiene en el italiano pennello. Lo que ya resulta más difícil de explicar es si al significado de 'miembro viril' se pasó desde la cola o desde el pincel. Nos inclinamos a pensar que fue desde el primer significado, y más considerando todo lo dicho sobre raíces comunes con pender y péndulo. Para corroborar lo dicho, no está de más afirmar aquí que al pene lo seguimos denominando vulgarmente «cola» o «rabo», y no «pincel». >> penicilina.
Diccionario del origen de las palabras