redundancia
V. pleonasmo.
Es frecuente este vicio en nuestros escritores clásicos, y conviene estar sobre aviso para no dejarse arrastrar del ejemplo.
"Con lágrimas de alegrísimo contento dimos todos gracias a Dios." CERV. Quij.
Acaso diga alguno que el contento puede ser grande o pequeño, bullicioso o tranquilo, grave o pueril, interior y concentrado, o exterior y expansivo, etc.; todo menos alegre y triste; pero alegrísimo está en la frase, y ciertamente con mucha propiedad, por alborozado.
"Enderezar a Orán por no ser posible poder hacer otro viaje." CERV. El verbo poder está de más.
"Y las que traía en las muñecas de las manos valían otro tanto." ID.
De ninguna otra cosa sino de las manos pueden ser las muñecas.
"Cada uno se ofreció a querer ser el rescatado." ID.
Sobre lo cual dice, con razón, CLEMENCÍN (Coment. al Quij., t. 3.º, p. 202):
"El que se ofrece a hacer una cosa, no puede dar mayor muestra de que quiera hacerla."
De aquí fue prosiguiendo el cura, y con brevedad sucinta contó lo que con Zoraida a su hermano había sucedido."CERVANTES.
Diccionario de galicismos