Diccionario de la Literatura Cubana

Faro industrial de la Habana

(La Habana, 1841-1851). «Diario de avisos políticos, mercantiles, económicos y literarios», se lee como subtítulo en el ejemplar más antiguo revisado (año 2, número l), correspondiente al lº de enero de 1842. Este subtítulo desapareció desde el 2 de febrero de este mismo año. Carlos M. Trelles señala, en la cuarta parte de su trabajo «Bibliografía de la prensa cubana (de 1764 a 1900) y de los periódicos publicados por cubanos en el extranjero» -en Revista Bibliográfica Cubana, La Habana, 2 (10-12): 260, jul.-dic., 1938)-, que comenzó a publicarse el lº de diciembre de 1841; pero esto no parece cierto, pues en la página 145 del Catálogo de publicaciones periódicas cubanas de los siglos XVIII y XIX (La Habana, Biblioteca Nacional José Martí. Depto. Colección Cubana, 1965) se expresa que comenzó en noviembre y se ofrece como día posible, aunque con dudas, el 28 de dicho mes. Esta información descansa en los ejemplares que poseía el departamento de Colección Cubana, el último de los cuales, destruido por el tiempo, correspondía al 29 de noviembre de 1841. Además, como otro argumento en contra de la afirmación de Trelles, el periódico Noticioso y Lucero de la Habana publicó una reseña de su primer número el mismo día que Trelles da para su inicio. Esta coincidencia de fechas hace poco probable, por sí misma, esa fecha de aparición. En su trabajo antes citado, Trelles aclara que en 1840 solicitó publicarlo Carlos del Castillo, natural de Cádiz, y que era propiedad de Antonio Bachiller y Cirilo Villaverde. No señala Trelles, sin embargo, quién lo dirigía en sus inicios, cuestión esta que es apuntada por José M. Labraña en la página 664 de su trabajo «La prensa en Cuba» -en Cuba en la mano. Enciclopedia popular ilustrada (La Habana, Úcar, García, 1940, pp. 649-786). Según dicho autor su primer director fue José M[aría] de Cárdenas, pero en el ya citado Catálogo de publicaciones periódicas cubanas de los siglos XVIII y XIX se expresa que lo dirigió, desde su comienzo hasta el 26 de febrero de 1849, José García Arboleya, a quien Trelles da como director desde 1848 hasta el 28 de febrero de 1849. Según el propio Trelles, García Arboleya fue sustituido por José Quintín Suzarte, quien se ocupó de la dirección desde marzo de 1849 hasta el lº de agosto de 1850, pero en el Catálogo de publicaciones periódicas cubanas de los siglos XVIII y XIX se dice que lo fue hasta el 31 de agosto de 1851, fecha en que, según dicha fuente, finalizó la publicación del periódico. En sus páginas, además de todos los trabajos y secciones propias de un diario de la época, aparecieron numerosos trabajos de índole literaria: poesías, relatos, novelas, críticas literarias, reseñas de libros, biografías de artistas y personalidades, etcétera, publicados en sus secciones «Amena literatura», «Sección literaria», «Folletín», «Bibliografía», «Variedades» y otras. Recogió también noticias sobre las obras representadas en La Habana y publicó, en 1851, un «Folletín filarmónico y de modas del Faro dedicado a nuestras bellas suscriptoras», en el que se incluían partituras musicales. También publicó numerosos alcances y suplementos, ambos de carácter puramente informativo y mercantil. En las páginas de este periódico aparecieron trabajos, originales o reproducidos, de Félix Varela, Cirilo Villaverde, Gertrudis Gómez de Avellaneda, José Jacinto y Federico Milanés, Antonio Bachiller y Morales, Ramón de Palma, Jeremías de Docaransa (seud. de José María de Cárdenas), El lugareño (seud. de Gaspar Betancourt Cisneros), Rafael María de Mendive, Ramón Vélez Herrera, Narciso Foxá, Delio (seud. de Francisco Iturrondo), Miguel Teurbe Tolón, Francisco Javier Blanchié, José Quintín Suzarte, José Gonzalo Roldán, Rafael de Cárdenas y Cárdenas, Manuel Costales, Felipe [López de] Briñas, Miguel de Cárdenas y Chávez, José Güell y Renté, A[ndrés] A[velino] de Orihuela, Juan Martínez Villergas y otros. El último ejemplar revisado (año 11, número 165) corresponde al 29 de junio de 1851, pero como se señaló anteriormente, su publicación se extendió hasta el 31 de agosto de dicho año. Labraña apunta, en su trabajo antes citado, lo siguiente: «Puede decirse que fue el primer defensor de los intereses netamente cubanos, por lo que fue suprimido en 1851 por el gobierno.»

BIBLIOGRAFÍA Memchaca de la Alpujarra, Telesforo, seud. de ?«Los dos prospectos», en Diario de la Habana. La Habana, (337): [2] dic. 3, 1841. | «Revista del Faro Industrial de la Habana», en Noticioso y Lucero de la Habana. La Habana, 9 (332): 2, dic. 1º, 1841.

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