sífilis
Enfermedad de transmisión sexual provocada por una espiroqueta, Treponema pallidum, y caracterizada por su desarrollo en distintos estadios sucesivos durante un período de años. Puede afectarse cualquier sistema orgánico. La espiroqueta es capaz de atravesar la placenta humana, provocando una sífilis congénita. El primer estadio (sífilis primaria) está marcado por la aparición de pequeñas pústulas rojas, no dolorosas, en la piel o las mucosas entre 10 y 90 días después de la exposición. La lesión puede aparecer en cualquier lugar del cuerpo en el que se haya producido el contacto con una lesión o una persona infectada, aunque el lugar más frecuente es la región anogenital. Se erosiona rápidamente, formándose una úlcera no dolorosa, que no sangra, llamada chancro, de la cual exuda un líquido en el que abundan las espiroquetas. Cura espontáneamente en 10 a 40 días, con frecuencia dando la impresión equivocada de que la úlcera no revestía gravedad. El segundo estadio (sífilis secundaria) se produce unos dos meses más tarde, una vez que ha aumentado el número de espiroquetas y se han diseminado por todo el cuerpo. Este estadio se caracteriza por malestar general, anorexia, náuseas, fiebre, cefaleas, alopecia y dolor óseo y articular, o por la aparición de un exantema morbiliforme no pruriginoso, úlceras planas blancas en la boca y la garganta o pápulas de condiloma plano en las zonas húmedas de la piel. En este estadio, la enfermedad todavía es muy contagiosa y se puede propagar a través del beso. El tercer estadio (sífilis terciaria) puede no desarrollarse hasta 3 o, incluso, 15 años más tarde. Se caracteriza por la aparición de tumores blandos, elásticos, que reciben el nombre de gomas, que se ulceran y curan por cicatrización. Los gomas se pueden desarrollar en cualquier parte de la superficie corporal, así como en ojo, hígado, pulmón, estómago u órganos reproductores. La sífilis terciaria puede no ser dolorosa, y pasar desapercibida excepto por los gomas, o bien puede ir acompañada de un dolor profundo, perforante. La ulceración de los gomas puede provocar lesiones en sacabocados en paladar, tabique nasal o laringe. Se pueden afectar o destruir diversos tejidos y estructuras del cuerpo, incluyendo el sistema nervioso central, el miocardio y las válvulas cardíacas, provocando incapacidad mental o física y muerte prematura. La sífilis congénita, provocada por la infección prenatal, puede dar lugar al nacimiento de un niño ciego y con deformidades. En algunos casos, el niño parece estar bien hasta que, cuando ya tiene algunas semanas de edad, presenta respiración nasal ruidosa, en ocasiones con una secreción sanguinolenta o mucopurulenta, observándose lesiones cutáneas, especialmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies o en la región genital. Estos niños pueden presentar también defectos visuales o de audición y desarrollar progeria y mal estado general. En muchos países es obligatorio comunicar al Ministerio de Sanidad los casos activos y serológicamente documentados de sífilis.
Diccionario Mosby Medicina, Enfermería y Ciencias de la Salud