¡viva la Pepa

En su origen se empleaba esta exclamación como expresión de alegría ante un hecho. Actualmente, aunque también sirve para mostrar regocijo, suele usarse más para referirse a una acción desahogada o inconsciente. No te apetece ir a trabajar y, hala, ¡viva la Pepa!, te quedas en la cama y no vas. Se llamó la Pepa a la Constitución que salió de las Cortes de Cádiz en 1812 porque fue promulgada el día 19 de marzo, día de San José. Cuando los patriotas españoles gritaban «¡Viva la Constitución!», pedían con ello la instauración de un régimen liberal y la presencia en España del rey Fernando VII, que estaba en Francia, secuestrado por Napoleón. Cuando este llegó en 1814, lo primero que hizo, contrariamente a lo esperado, fue abolirla e implantar el absolutismo. Los liberales españoles siguieron reclamando la implantación de la Constitución, a la que, como ingenuo truco para evitar ser descubiertos, comenzaron a llamar la Pepa. La libertad, desgraciadamente, dio origen al libertinaje, a numerosas revueltas y a la interpretación que hoy damos a la exclamación.

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru