Aún no ensillamos, y ya cabalgamos.
Reprende a los que, por exceso de optimismo, dan por hecho cuanto planean y, a la postre, acaban por estrellarse contra la cruda realidad. Hay otros de análogo significado: Hijo no tenemos, y nombre le ponemos, y La purga de Fernando, que desde la botica estaba obrando.
Recurso:
Diccionario de refranes, dichos y proverbios
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