Al conejo y al villano, despedazarle a mano.
Enseña que con el bellaco, por su mala índole, no deben usarse cortesías ni delicadas maneras, sino, al contrario, como se hacía antaño con el conejo en la mesa, trocearlo a mano.
Recurso:
Diccionario de refranes, dichos y proverbios
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