Calor de paño, jamás hizo daño.

Dícese en alabanza del abrigo, en cuanto amparo de las mordeduras del frío. Allá por sus días de ancianidad, don Ramón de Campoamor dio en usar un grueso paletó, y como alguien le preguntase por qué se arropaba de tal modo, el socarrón naviego respondió: «Porque quiero comprobar cuánto dura un poeta bien cuidado.».

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru