Derramar vino, buen destino; derramar sal, mala señal.

En la creencia popular se identifica el vino con la alegría, mientras que la sal se relaciona con los malos espíritus. Tanto que, en los pueblos, la gente sencilla, a modo de maleficio, echaba sal en las casas.

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru