Gracias a manos mías, que voluntad de Dios visto habías.

Con más jocosidad que irreverencia, se cuenta que así le contestó un marinero vizcaíno a su camarada cuando éste le instaba a dar gracias a Dios por haber escapado de una caída de la gavia agarrándose a las cuerdas del aparejo.

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru