Ni el pelo ni el cantar entran en el ajuar; pero ayudan a enamorar.

Antiguamente, la cabellera larga y las dotes para el canto eran notas de seducción en una mujer. Así, el refrán dice que el que se casa por interés también busca que sean de su agrado las cualidades físicas del futuro cónyuge.

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru