No basta ser bueno, sino parecerlo.

No sólo hay que actuar con honradez -dice-, sino procurar que ésta resplandezca siempre de manera inequívoca. Como, según Plutarco, le dijo un día César a su mujer, Pompeya, sospechosa de connivencia amorosa con el turbulento Publio Clodio Pulcro: «A la mujer del César no le basta con ser honrada, sino que además tiene que parecerlo.».

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru