Obispo por obispo, séalo don Domingo.

Es expresión textual de una pintoresca sentencia sinodal pronunciada en tiempos por un famoso canónigo así llamado, y se utiliza cuando una persona se adjudica a sí misma -o a quien le interesa- algún cargo ventajoso.

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru