Para el que se convida, no hay mala comida.
Porque, de grado o por fuerza, habrá de contentarse con lo que le sirvan. Bien claro lo dice la vieja copla: «El huésped que se convida / comerá [de] lo que hallare; / mas si yo le convidare, / hele de dar gran comida.».
Recurso:
Diccionario de refranes, dichos y proverbios
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