Porfía mata venado, que no venablo.
Porque el acierto del disparo es siempre aleatorio, mientras que la tenacidad, antes o después, acaba por obtener recompensa. En definitiva, El que la sigue, la consigue, o también, El que la sigue, la mata.
Recurso:
Diccionario de refranes, dichos y proverbios
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