Quien por sí noble se hace, de sí mismo es abuelo y padre.

Alude a los que alcanzan la nobleza desde el origen más humilde. Ya lo dice explícitamente la Sagrada Escritura: «Cada cual es hijo de sus obras.» Y Junot, aquel bravo soldado a quien Napoleón, luego de hacerle general, ennobleció con el título de conde, lo sabía muy bien, de tal manera que cuando un día cierto aristócrata del antiguo régimen le preguntó impertinentemente por sus antepasados, respondió con altivez: «¡Yo soy mi antepasado!».

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru