Sale de veinticinco, y uno mohoso.
Úsase irónicamente para señalar a quien, por coquetería, se quita años. Como aquella señorita más que cuarentona que cuando una vez se dolía de haber cumplido ya los «treinta», le dijo un boquifresco: «Pero mujer, ¿te quejas tú, que cada día te alejas más de ellos?».
Recurso:
Diccionario de refranes, dichos y proverbios
on Buho.Guru