Sea marido, aunque sea de palo.

De esta manera aparece recogido por Francisco Delicado en La lozana andaluza, pero Correas lo censa así en su Refranero: Sea maridillo, siquiera de lodillo, ambos para aludir por igual a la inveterada preocupación de la mujer por hallar marido a toda costa, fuese o no de su agrado.

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru