Si no fuera por el «si» y por el «pero», ¿quién no tendría dinero?
Ironiza contra la común propensión de achacar la carencia de fortuna a «descuidos» de la suerte, olvidando que, en realidad, Oración que empieza por «si», ¡tararí-tararí!
Recurso:
Diccionario de refranes, dichos y proverbios
on Buho.Guru