Si péndole, péndole no cayera, dórmili, dórmili no muriera.

Suele decirse por donaire para celebrar el desenlace feliz de algo que se ofrecía aciago. Así lo explica el maestro Correas: «Estaba uno durmiendo debajo de un peral e íbale a picar una víbora; cayó al instante una pera y le despertó y evitó el daño de la víbora.».

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru