Soy viejo, mas no en el aparejo.

Arguye en favor de la senectud robusta. Más o menos, del mismo modo en que lo hizo aquel abuelete que al oírse apostrofar de «¡Viejo!», replicó: «¡Pero no podrido, pollo!».

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru