aquí hay gato encerrado
La expresión quiere decir que, como explicación de algún hecho, existe una razón oculta o secreta que no se nos quiere desvelar: ¿Por qué no querrá verme Pepita?... A ver si va a ser que me está engañando con otro... Me parece a mí que aquí hay gato encerrado. Allá por los siglos XVI y XVII era costumbre guardar el dinero en gatos, o lo que es lo mismo, en bolsas hechas con piel de gato. A los avaros, incluso, se les llamaba atagatos. Esas bolsas, a su vez, se escondían, se encerraban cuidadosamente, de aquí el origen de la expresión. Es reseñable y curioso el hecho de que en esa época a los ladrones se les llamase también gatos, por ser, precisamente, una de sus ocupaciones robar las bolsas de pellejo de gato. Pablos, el Buscón de Quevedo (1580-1645), nos cuenta en el capítulo segundo: «Otro decía que a mi padre le habían llevado a su casa para que la limpiara de ratones, por llamarle gato. Unos me decían ¡zape! cuando pasaba y otros ¡miz!».