echar los perros a alguien

Acosar, reñir o enfrentarse a una persona. Tú siempre llegas con retraso, y para una vez que llego yo un par de minutos tarde me echas los perros. Procede la locución de la antigua costumbre de echar perros a los toros bravos, para cansarlos y poder sujetarlos, para conducirlos a algún lugar o simplemente como uno de los apartados que antiguamente formaban parte de los espectáculos taurinos.

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru