mandar a alguien a hacer puñetas

Tiene el mismo significado que la expresión anterior. En este caso, se envía al indeseable a ejercer una actividad que le va a tener entretenido durante una larga temporada. (Ver Hacerle a alguien la puñeta.) Las gárgaras, palabra onomatopéyica, son los enjuagues que se hacen manteniendo un líquido en la garganta y haciendo vibrar el velo del paladar y la laringe, lo que provoca el sonido. No sería descabellado pensar que, en el origen de la expresión, esté el hecho de enviar a alguien a que se enjuague tras haber blasfemado o haber dicho algo inconveniente o ridículo.

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru