ni quito ni pongo rey

La frase se emplea cuando alguien desea expresar la necesidad que tiene de ayudar o favorecer a otra persona, sean cuales sean el motivo de la ayuda y las consecuencias posteriores. Me da igual si es justo o no que Luis sea nombrado director. Es mi amigo y yo voy a votar a favor del nombramiento. Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor. El origen del dicho se remonta a mediados del siglo XIV, cuando en Castilla luchaban por el trono Pedro I el Cruel (también llamado el Justiciero) y su hermanastro Enrique de Trastámara (el Bastardo). Cuenta la leyenda que las tropas de ambos se encontraron cerca del castillo de Montiel (Ciudad Real). Los dos pretendientes al trono se encontraron cuerpo a cuerpo, y cuando Pedro había derribado a Enrique y desenfundaba su espada para matarlo, apareció Bertrand du Gesclin, mercenario francés al servicio del Trastámara, quien, tras pronunciar la frase en cuestión, sujetó a don Pedro para que su rival pudiera apuñalarlo. Tras el episodio, el Bastardo fue proclamado rey con el nombre de Enrique II.

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru