no ser puñalada de pícaro

No ser una cosa urgente ni que necesite precipitación ni atención inmediata. Al salir a la calle me he torcido el tobillo, pero imagino que se me pasará caminando, creo que no es puñalada de pícaro. Una de las formas de subsistencia que tenían los pícaros y maleantes de los siglos XVI y XVII era la de ejercer de asesinos a sueldo. Las puñaladas que daban estos expertos matones por encargo solían ser traperas, o sea, dadas muy cerca de la víctima, certeras y a traición, por lo que requerían que el herido fuera atendido inmediatamente. En la novela ejemplar de Cervantes Rinconete y Cortadillo leemos que Monipodio, instructor de pícaros (ver El patio de Monipodio) lleva un diario en cuya primera página se lee: «Memoria de las cuchilladas que se han de dar esta semana. La primera al mercader de la encrucijada: vale cincuenta escudos. Están recibidos treinta a buena cuenta. Secutor (ejecutor), Chiquiznaque.» A esta lista sigue la «Memoria de palos».

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru