parar los pies a alguien

Llamar la atención de alguien. Frenar las malas intenciones de una persona o impedir que continúe haciendo o diciendo cosas improcedentes. Es imposible pararle los pies a María cuando se enfada. Lo mejor es dejarla que se desahogue. La frase se refiere a la primera misión que debe llevar a cabo el torero cuando el toro salta al ruedo: pararle los pies, o sea, frenar su ímpetu, lo que suele hacer con pases largos con el capote, que facilitan el recorrido del animal.

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