sacar los pies de las alforjas

Comenzar una persona tímida o retraída a obrar con atrevimiento y desparpajo. Míralo, hace un par de años veía a una chica y se ponía como un tomate y ahora ha sacado los pies de las alforjas y tiene una novia en cada puerto. La alforja es una bolsa o talega de tela. La impresión que da la persona tímida es la de estar oculta o escondida, protegida, dentro de un caparazón, de un huevo -existen las expresiones romper el huevo o salir del huevo-, como en este caso, de unas alforjas. El hecho de abandonar estas protecciones es sinónimo de comenzar a vivir de cara al mundo, a comportarse de una forma socialmente considerada normal. Evidentemente, quien saca los pies ha salido completamente.

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