La Ilustración Cubana

1) (Barcelona, 1885-1886; 1887-[1888]). «Revista decenal. Destinada al progreso de los intereses de ambas Antillas», se lee en la portada del año 1, tomo 1, entregada al finalizar el mismo, conjuntamente con el índice. Francisco González del Valle señala, en su artículo «Domingo Figarola- Caneda» -aparecido en Revista de la Biblioteca Nacional (La Habana, 2a. serie, 3 (1): 77, ene.-mar., 1952)-, que desde que apareció la revista, Figarola-Caneda estuvo «encargado en la Habana de acopiar su material, notándose por eso, desde un principio lo selecto de su literatura, casi toda de autores cubanos». Añade, además: «No parecía un periódico hecho en España sino en Cuba, por lo que no era de extrañar que su principal mercado estuviera aquí.» En su prospecto inicial la revista comenta: «Varias publicaciones ilustradas, enteramente europeas unas, dedicadas en parte a las Américas otras, circulan en la Antillas españolas con éxito distinto, pero sin llenar completamente el vacío existente de una revista ilustrada especial para la hermosa isla de Cuba, joya la más valiosa de la madre patria.» Razón por la que pretenden llenar tal vacío «no con la creación de una revista más, sino presentando al público cubano una enciclopedia digna de él, y que demuestre al mundo civilizado cuánto vale Cuba, y cuál es el lugar que sus hijos se han conquistado en la esfera social, gracias a su talento e industria». Añade, además, que «cuanto tenga relación con Cuba aparecerá en las páginas de La Ilustración Cubana, tanto en la forma literaria, como en la artística, para lo cual contamos con distinguidos redactores, colaboradores y artistas que reproducirán las bellezas de Cuba de excelentes fotografías, hechas exprofeso para nuestra revista, que se honrará a la vez con los retratos de los hijos preclaros de Cuba y de cuantos fomenten su progreso». En 1886 solamente se publicaron dos números, ambos en el mes de enero. En el primer número del año citado anuncia que se propone aumentar a doce el número de sus páginas y «trasladar en breve a La Habana los medios de publicación necesarios a la índole de nuestra revista y competir desde aquel brillante suelo con las principales publicaciones ilustradas tanto nacionales como extranjeras». Reaparece en enero de 1887. Anteriormente, en diciembre de 1886, había salido el prospecto correspondiente al año entrante, reproducido fragmentariamente por Manuel I. Mesa Rodríguez en el discurso leído el 16 de enero de 1952 en la Academia de la Historia de Cuba, titulado Don Domingo Figarola Caneda (1852-1952) (La Habana, Imp. El Siglo XX, 1952), donde expresa: «Por cuanto hace a la dirección literaria del periódico, asunto de no menos importancia de la que entraña la confección material, haremos constar aquí la satisfacción que hemos sentido al saber que dicho puesto había sido aceptado por el conocido escritor D. Domingo Figarola-Caneda [...].» Hasta el 20 de febrero de 1887 no aparece en el machón de la revista el nombre de Figarola-Caneda como director literario. Desde esta misma fecha, la redacción y la administración pasaron a La Habana, aunque siempre se imprimió en Barcelona. A partir del 20 de mayo del propio año asumió Figarola-Caneda la dirección de la revista. En el prospecto correspondiente a 1888 la revista expresa que inicia su segunda época y que aumentará a dieciséis el número de sus páginas. La Ilustración Cubana cumplió su principal objetivo: divulgar y destacar los valores de la cultura cubana hasta su época, excepto durante su primer año, 1885, en que fue de contenido europeo, especialmente español, tanto en su producción literaria y plástica como en las noticias culturales y científicas que brindaba. A partir del año 1886 se hizo exclusivamente cubana. Comenzó a publicar entonces cuentos, conferencias, poesías, artículos costumbristas y sobre cuestiones literarias, y novelas de reconocidos escritores cubanos, entre ellos Antonio Bachiller y Morales, José Victoriano Betancourt, Cirilo Villaverde, Enrique José Varona, Emilio Blanchet y otros. También presentó grabados de paisajes y monumentos cubanos y de figuras sobresalientes en nuestra cultura, con su correspondiente biografía. Hizo especial énfasis en tratar temas de la actualidad cultural. Merecen ser destacados los trabajos de crítica literaria cubana que publicó. Tuvo un suplemento mensual de modas. La propia revista presenta entre sus colaboradores, además de las figuras ya citadas, a José de Armas y Cárdenas, Ramón Ignacio Arnao, Nicolás Azcárate, Francisco Calcagno, Aurelia Castillo de González, Manuel de la Cruz y Fernández, Ricardo Delmonte, Pablo Hernández, Ildefonso Estrada y Zenea, José Fornaris, Eusebio Guiteras, Teodoro Guerrero, Rafael María de Labra, Rafael María de Mendive, Luisa Pérez de Zambrana, Felipe Poey, Antonio y Francisco Sellén, Manuel Sanguily, Ramón Vélez Herrera. El último número encontrado corresponde al 29 de febrero de 1888, fecha que Carlos M. Trelles da, en la página 323 del tomo 6 de su Bibliografía cubana del siglo XIX (Matanzas, Imp. de Quirós y Estrada, 1914), como la del cese de la publicación.

BIBLIOGRAFÍA «A nuestros suscriptores», en La Ilustración Cubana. La Habana, 1 (36): 286, dic., 1885. | «La Ilustración Cubana», en La Habana Elegante. La Habana, 5 (10): 7, mar. 6, 1887. | «[La Ilustración Cubana]», en El Cubano. La Habana, 2ª época, 2 (70): 3, mar. 31, 1888. | Mirabet, Juan J. «Bibliografía» [sobre La Ilustración Cubana], en La Honorata. La Habana, (14): 3, ago. 14, 1892.

2) (La Habana [1903]-?). «Revista quincenal ilustrada de ciencias, artes, literatura e intereses generales», se lee como subtítulo en el ejemplar más antiguo encontrado (número 2), correspondiente al 5 de septiembre de 1903. Era dirigida por Luis Biosca. Ocupaba la jefatura de redacción Tomás L. Montero. Fue una publicación de actualidad cultural. Presentaba la fotografía y datos de la vida de destacadas figuras de las letras y las ciencias cubanas. También publicaba poesías. Colaboraron en ella, además de su jefe de redacción, Félix Callejas, Armando del Valle, Armando Noriega, C. Figueroa, Cowan, J. Estévez Travieso, Ángel E. Blanco, Plinio (seud. de Ismael Painceira?) y otros. El último ejemplar encontrado (número 6) corresponde al 31 de Julio de 1903.

3) (Santiago de Cuba, 1904-?). «Periódico literario y artístico», aunque tenía formato de revista. Comenzó a salir el 15 de febrero. Era su director y redactor José Maury. Publicó poesías, cuentos y relatos. Reflejó también la actualidad teatral de su ciudad. Casi toda la producción de la revista aparece bajo la firma de J. Maury o sin firma. El último ejemplar encontrado (número 5) corresponde al 12 de mayo de 1904.

4) (La Habana [1892-1897?). «Revista universal» se lee en el ejemplar más antiguo encontrado (año 4, 2ª época, número 13) correspondiente al 1º de enero de 1896. Según Carlos M. Trelles, en la quinta parte de su trabajo «Bibliografía de la prensa cubana (de 1764 a 1900) y de los periódicos publicados por cubanos en el extranjero» -en Revista Bibliográfica Cubana (La Habana, 3 (13): 32, ene.-feb., 1939)-, comenzó a salir el 10 de julio de 1892, fecha que confirma la propia publicación al conmemorar el quinto año de su fundación. El propio Trelles también cita como directores a Carlos Pedroso y Tomás Delorme. En la publicación solamente aparece el nombre de C. Pedroso como director, desde el lº de marzo de 1896 hasta el 15 de diciembre de 1897 (último número encontrado). Según aclaración aparecida en la sección de «Necrología», el 15 de marzo de 1896 era redactor José M. de Céspedes. La revista se preocupó por mantener en sus páginas la actualidad cultural de su época y divulgar cuentos, novelas y artículos costumbristas de autores cubanos ya fallecidos, como Cirilo Villaverde, José Antonio Echeverría, Ramón de Palma y otros. Publicó poesías y artículos de crítica literaria sobre figuras cubanas reconocidas. Tuvo varias secciones fijas, entre ellas la de «Ciencias, derecho y artes», en la que se divulgaron trabajos sobre la geografía, la fauna, la flora y la economía cubanas. También reflejó la sociedad y la moda de su época, esta última a través de trabajos firmados por Delphine. Colaboraron en ella Antonio Bachiller y Morales, Domitila García Coronado, Luisa Pérez de Zambrana, Ambrosio González del Valle, Mercedes Matamoros, Carlos A. Boissier, Francisco Calcagno, Luis Victoriano Betancourt, Rafael Otero, Felipe López de Briñas (hijo), Julio Rosas (seud. de Francisco Puig y de la Puente), Andrassy, Olmedo y otros. Trelles indica, en su ya citado trabajo, que su publicación finalizó en 1897, aunque sin precisar la fecha exacta.

Recurso: Diccionario de la Literatura Cubana on Buho.Guru