La Lotería

(La Habana, 1884-[1887]; 1888[1926?]). Semanario dedicado a las familias. Comenzó a publicarse el 3 de agosto. Presentaba una hoja titulada «El Libro de las Familias», destinada, según se expresaba, «a una miscelánea de conocimientos que revistan algún interés, importancia o utilidad» para los suscriptores. Los editores aspiraban a que dicha hoja fuera «tesoro del hogar, abierto a todas las miradas, penetrable a todas las curiosidades, solícito en contestar a todas las preguntas que se dirijan a la Redacción sobre cuantos asuntos de la vida social y de la existencia material se quieran conocer». Desde enero de 1885 El libro de las Familias adquirió independencia y salió como suplemento, con formato y paginación diferentes y con un menor tamaño. En el ejemplar correspondiente al 27 de septiembre de 1885 José E. Triay firma una nota en que se señala: «Desde el lº del próximo mes de octubre pasa a ser este periódico propiedad exclusiva del que suscribe, copropietario y Director de La Lotería desde su fundación [...] quedando la Administración [...] a cargo de su Director.» A partir del 3 de octubre de 1886 se leía que la publicación era «órgano oficial de la Colla de Sant Mus». En sus páginas se publicaron poesías, cuentos, novelas por capítulos, artículos de crítica literaria y teatral, trabajos sobre historia, música, temas científicos y otras cuestiones de interés general. Entre sus colaboradores se contaron Ramón Meza (quien generalmente firmaba con el anagrama R. E. Maz), Nieves Xenes, Ramón Zambrana, Luisa Pérez de Zambrana, Manuel Serafín Pichardo, Diego Vicente Tejera, Rafael María de Mendive, Domitila García de Coronado, Antonio Sellén, Francisco Javier Balmaseda, Ramón Rodríguez Correa, F[rancisco] de P[aula] Gelabert, Eugenio Sánchez de Fuentes, Francisco Calcagno, Úrsula Céspedes de Escanaverino, Francisco Chacón y Calderón, Enrique Hernández Miyares y Benjamín de Céspedes. El último número revisado corresponde al 29 de mayo de 1887. El lº de enero de 1888 reapareció como El Hogar. Su subtítulo lo caracterizaba como un «Periódico de las familias». En este primer número expresaban que esta publicación «es la continuación de La Lotería, mejor dicho, es la misma Lotería [sic] que cambia de nombre para armonizar mejor éste con las tendencias del periódico». Continuó bajo la dirección del propio Triay hasta 1890, en que pasó a dirigirlo Antonio G. Zamora, quien se mantuvo a su frente hasta el final. Posteriormente su subtítulo presentó variaciones: «Semanario ilustrado de las familias», «Periódico artístico, literario y de intereses generales», «Periódico literario y artístico, de las familias» y «Revista ilustrada universal». Durante un tiempo fue «Órgano oficial de la Sociedad Protectora de los Niños de la Isla de Cuba», así como «del Sport Club». Hasta 1889 se siguió publicando El Libro de las Familias con igual contenido que en la etapa anterior, pero con el formato y tamaño iguales que los de El Hogar. Bajo el nuevo título fue una publicación que, a pesar de no ser específicamente literaria, dedicó especial atención a las distintas manifestaciones de la literatura. Aparecieron cuadros de costumbres, poemas, cuentos, críticas, novelas, narraciones de viajes, etcétera. Además de los escritores que colaboraron en su primera etapa, contó bajo su nuevo título con la colaboración de Bonifacio Byrne, Julián del Casal, Carlos Pío y Federico Uhrbach, Conde Kostia, (seud. de Aniceto Valdivia), Alfredo Zayas, Francisco Sellén, Mercedes Matamoros, Álvaro de la Iglesia, Enrique José Varona, Manuel de la Cruz, Esteban Borrero Echeverría, Rafael Montoro, Emilio Bobadilla, César de Madrid (seud. de Francisco de Paula Coronado), Saturnino Martínez, Augusto de Armas, Enrique Fontanills, Lola Rodríguez de Tió, Francisco García Cisneros, Pablo Hernández, Rafael Fernández de Castro, Juan Gualberto Gómez, Avelina Correa, María del Pilar Sinués, Bruno V[aldés] Miranda, Fernando Ortiz, Adrián del Valle, J. Conangla Fontanilles, José Manuel Carbonell, Arturo R. de Carricarte, Jesús Castellanos, Luis A. Baralt, Enrique Gay Calbó, entre otros muchos. Es de destacar la publicación de textos de autores extranjeros, entre ellos Manuel Gutiérrez Nájera, Rubén Darío, Juan de Dios Peza, Olegario V. Andrade, Jorge Isaacs, Luis G. Urbina, Eusebio Blasco. No se ha revisado la colección completa. El último ejemplar consultado corresponde a enero de 1926.

Recurso: Diccionario de la Literatura Cubana on Buho.Guru