La Perinola

(La Habana, 1812). Según consta en el tomo 2 de la obra de Joaquín Llaverías Contribución a la historia de la prensa periódica (La Habana, Talleres del Archivo Nacional de Cuba, 1959) -de donde hemos tomado los datos que exponemos a continuación por no haber podido consultar ningún ejemplar del periódico-, el primer número apareció el 25 de febrero, como podemos ver en el facsímil que se reproduce en la página 2. Antonio Bachiller y Morales, por su parte, señala en la página 201 del tomo 2 de su obra Apuntes para la historia de las letras y de la instrucción pública en la isla de Cuba (La Habana, Academia de Ciencias de Cuba. Instituto de Literatura y Lingüística, 1971), que el primer número vio la luz el 2 de febrero de 1812. Fue dirigido por José de Arazoza, quien firmó sus artículos con su conocido seudónimo El patán marrajo. En el programa aparecido en el primer número se proponía el editor lo siguiente: En un tiempo en que después de tanto silencio se ha desatado la lengua para hablar a banderas desplegadas de lo que se piensa, de lo que se ve y se oye; en un tiempo en que tantos escritores buenos o malos, pigmeos o gigantes han cortado sus plumas para llenar el papel y fatigar las prensas con discursos de toda especie; en un tiempo, digo, en que deben brillar los buenos ingenios en beneficio de sus conciudadanos, ¿no parecerá atrevimiento que un patán abandonando la soledad y el cultivo de su hacienda, se Introduzca de hoz y coz en esta ciudad, nada menos que a escribir sobre materias muy agenas [sic] del que no sabe otra cosa que coger el harado [sic] y formar cuatro surcos? Mi objeto no es otro que el de hablar con la debida moderación de cuanto se me antoje en los días que me parezca, una o dos veces a la semana, tres o cuatro veces al mes [...].» Y más adelante expresa: «Mi ánimo es el de ridiculizar el vicio con los más negros colores. En el retrato que de él se haga no faltará tal vez algún vicioso que se apropie la pintura, y creyendo mala fe y malignidad en el autor, prorrumpa en quexas [sic] que no deben producir otro efecto que el de su delación y hacerse reo sin ser llamado a juicio.» También señala: «Mi estilo ya se sabe que es ramplón, machucho, y de siete suelas sin andar con frases lampiñas, no rodeos que sólo se usan en la gente culta y en las oraciones inaugurales; y como yo no entiendo de letras, para mí son muy gordas todas aquellas figuras retóricas. Se ha titulado este papel La Perinola para traber [sic] al retortero a los viciosos y hacerles dar más vueltas que las que se dan en el juego del cinco por uno.» Manifiesta Llaverías, en la página 5 de su mencionada obra, que fue «un semanario liberal, satírico, con una literatura de mal gusto, dedicada principal mente a denunciar los vicios». La colección tiene en total nueve números, el último de los cuales corresponde al 23 de abril de 1812. Llaverías inserta en las páginas 5 y 7 de su ya citada obra un índice de los números publicados.

BIBLIOGRAFÍA Llaverías, Joaquín. «[La Perinola]», en su Contribución a la historia de la prensa periódica. T. 2. Prefacio de Elías Entralgo. La Habana, Talleres del Archivo Nacional de Cuba, 1959, p. 3, 5 y 9 (Publicaciones del Archivo Nacional de Cuba, 48).

Recurso: Diccionario de la Literatura Cubana on Buho.Guru