La Voz del Siglo

(Madrid, 1868-1869). Diario de la tarde. El primer número correspondió al 16 de noviembre. Era dirigido por Nicolás Azcárate. En su «Declaración de principios», aparecida en el número inicial, se expresaba lo siguiente, entre otras opiniones: «La Voz del Siglo viene a defender los principios proclamados por la revolución, o lo que es lo mismo, la libertad de cultos, entendiendo que su verdadera fórmula es la separación de la Iglesia y del Estado. La libertad de enseñanza. La libertad industrial y comercial.» Y comentaban: «Nuestras doctrinas tendrán especialmente por objeto su defensa y aplicación a las provincias de Ultramar. Ellas son, como todas las demás, parte de la nación; pero habiendo vivido largos años bajo un odioso y funesto sistema político y administrativo, exigen de nuestra parte especial predilección a que son acreedores los que han estado privados de los bienes del progreso. Además, en ellas existe la esclavitud, y La Voz del Siglo no podría escribir una sola línea, después de su programa, si no proclamara su abolición. Creemos sinceramente que la revolución, que viene a reparar tantas injusticias, tiene por misión gloriosa la de borrar en Las Antillas los amargos recuerdos que allí ha dejado el despotismo, vinculando para siempre la unidad nacional entre aquellas provincias y las de la Península, con lazos estrechos de fraternidad y de confianza; tal es la vehemente aspiración de La Voz del Siglo.» Publicaron en dicho primer número una larga lista de colaboradores residentes en Cuba, entre los que se destacaban los nombres de Luisa Pérez de Zambrana, el Conde de Pozos Dulces (Francisco de Frías y Jacott), Anselmo Suárez y Romero, José Morales Lemus, Juan Clemente Zenea, José Antonio Echeverría, José Ignacio Rodríguez y Enrique Piñeyro, aunque no apareció en el periódico ningún trabajo de ellos. En el número correspondiente al 20 de noviembre de 1868 apareció un trabajo titulado «Avertencias» [sic], en el que se señalaba: «La identidad de doctrinas, propósitos y aspiraciones de La Voz del Siglo y La Gaceta Economista hace innecesaria la publicación de ésta, que se refunde en nuestro diario [...]. La Voz del Siglo será, pues, desde hoy, como antes lo era La Gaceta Economista, órgano oficial de la Sociedad Libre de Economía Política y de la Asociación para la reforma de los aranceles de Aduana.» Apenas publicó material literario. Se dedicó a cuestiones económicas, crónicas políticas y algo de música y crítica teatral. La publicación cesó con el número 57, correspondiente al 22 de enero de 1869, ejemplar en el que apareció una nota que decía: «Causas ajenas a nuestra voluntad nos obligan a suspender la publicación de nuestro diario. Fundado con el doble propósito de defender las conquistas de la revolución, y su extensión a las provincias de América, como medio de consolidar su unión con la metrópoli, que ha sido siempre la vehemente aspiración de su Dirección, suspende sus tareas con la satisfacción de haber cumplido lealmente, durante su coria vida, los fines que se propuso.»

Recurso: Diccionario de la Literatura Cubana on Buho.Guru