Murmurios del Cauto

(Santiago de Cuba, 1862-[Id?]). Periódico literario dedicado a la juventud cubana. El primer número apareció el 23 de marzo. Su periodicidad fue semanal. No hay constancia de quien lo dirigió. En el ejemplar inicial se expresaba que «... a los Murmurios de Cauto le sucederá lo que a los hombres y los pueblos. Él comenzará débil; y más de un desdeñoso lo mirará con los ojos del indiferentismo; pero seguirá firme en sus pasos y andado los días llegará el momento en que los desdeñosos, los indiferentes, los egoístas dirán: y ¿cómo de unos murmurios tenues y lánguidos ha podido formarse un caudal? Entonces, ( ¡ah esperanza! cuán bella eres) será, que muchos desearán dar su contingente a los Murmurios, unos haciendo con sus fuerzas pecuniarias que se sostenga un periódico cuyo título dice cuanto se puede desear, título cuya palabra recuerda uno de nuestros más bellos monumentos naturales: el Cauto, ese paterno río en cuyas orillas hay ocultas tantas tradiciones cubanas que ahora saldrán del encierro en que por espacio de más de tres siglos han estado escondidas, no olvidadas; y otros haciendo con esa fuerza que da amor a la Patria, con esa voluntad que tan generosa despierta del letargo cuando se nombra un objeto en que va embebida nuestra historia, que se aúnen los ánimos; y con las producciones literarias, débiles ahora, de unos; fuertes, de otros, contribuyan a que los Murmurios literarios sean una semejanza completa de los murmurios del río en cuyas aguas se bañaron los hijos del Sol, los pacíficos habitantes del mundo de Colón». Publicó cuentos, poemas, fábulas traducidas del inglés y del francés, artículos costumbristas, trabajos sobre la moral y la educación. Además, reflejó los adelantos que se operaban en la ciudad de Santiago de Cuba, la historia de ésta, apuntes biográficos y notas estadísticas. En la sección «Avenidas» reprodujo noticias diversas. Publicó, por capítulos, la novela de Tristán de Jesús Medina «Un joven alemán». Entre sus colaboradores figuraron varios escritores de la provincia oriental y de otros lugares de la isla, hoy apenas conocidos, tales como Carmen Perozo y Beltrán, Néstor Martínez y Guía, Fabriciano Rodríguez, Manuel de J. Peña, Juan Izaguirre y Juan Gil Crobe. Se insertaron colaboraciones en prosa y verso de José Joaquín Palma, Federico García Copley y Francisco Agüero y Agüero. Muchos trabajos aparecieron firmados con los seudónimos Furraca (seud. de Gumersindo Martínez), Remigio, Antenor, Melibeo (seud. de Francisco Martínez Betancourt), Chepe, Bembenuto y El hijo del Damují (seud. de Antonio Hurtado del Valle). En la página 201 del volumen que recoge la colección, se lee: «Al público: Con la entrega de hoy, que finaliza el trimestre, debía cesar esta publicación, pues nuestro deseo, como espresábamos [sic] en el prospecto, era sólo formar un tomo de 200 páginas y recopilar en él las composiciones de todos los jóvenes de Cuba, que quisieran favorecernos con su colaboración. El trimestre cumple hoy, no así la publicación pues fieles al compromiso que hemos contraído con el público, queremos entregarle una obra completa y no un fragmento, y en ese concepto se publicarán cuatro entregas más, que son las que juzgamos necesarias para concluir la lindísima novela de nuestro ilustrado amigo y compatriota D. Tristán de Jesús Medina...» En efecto, siguieron publicando la revista hasta terminar la mencionada novela en un último número que al igual que el resto de la colección (excepción hecha del primer número), carece de portada y fecha. En dicho ejemplar se expresa: «Nada más natural que al dirijirnos [sic] por última vez al público espresemos [sic] nuestro agradecimiento...» El volumen conste, en total, de 312 páginas.

Recurso: Diccionario de la Literatura Cubana on Buho.Guru