SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS

Por Real Cédula de fecha 15 de diciembre de 1792, el entonces rey de España, Carlos IV, concedió autorización para establecer en La Habana esta sociedad, surgida al calor de otras similares ya existentes en España y en algunos países suramericanos. Tras vencer ciertas dificultades de carácter administrativo-legal, se celebró la primer sesión oficial el día 9 de enero de 1793, siendo gobernador de la isla Luis de las Casas, a quien se designó en el acto de constitución de la Sociedad como Socio y Primer Presidente de Honor y Socio Protector del Cuerpo Patriótico. Fueron socios fundadores, entre otros, Francisco Joseph Basabe, Juan Manuel O'Farrill, el conde de Casa Montalvo, Francisco Arango y Parreño, Diego de la Barrera, José Agustín Caballero, Antonio Robledo, Tomás Romay y Luis Peñalver, su primer director. Durante su larga existencia tuvo diferentes nombres: Sociedad Patriótica de la Habana (1793-1795; mayo 1838-abril 1843); Real Sociedad Económica de la Habana (1817-1823; enero 1846-junio 1849); Sociedad Económica de la Habana (1824-1825; mayo 1843-noviembre 1845); Real Sociedad Patriótica de la Habana (noviembre 1835-abril 1838); Real Sociedad Económica de la Habana (enero 1846-junio 1849); Reales Junta de Fomento y Sociedad Económica de la Habana (julio 1849-1850); Real Junta de Fomento y Sociedad Económica de la Habana (1858-1853); Real Junta de Fomento y Real Sociedad Económica de la Habana (noviembre 1853-1857); Real Junta de Fomento y Real Sociedad Económica (1858-1863); Real Sociedad Económica (1864-1866); Real Sociedad Económica de Amigos del País de la Habana (noviembre 1877-diciembre 1896). A partir de 1899 se la designó con el nombre de Sociedad Económica de Amigos del País de la Habana. Las secciones permanentes con que contó la corporación en su inicio fueron las de Educación, Estudios Económicos, Estudios Sociales y Literatura, Historia y Bellas Artes. También creó las de Ciencia, Agricultura, Industria Popular y Hermosura del Pueblo y Comercio. Los objetivos que llevaron a un grupo de habaneros ilustres a solicitar la creación de esta sociedad pueden considerarse de índole económica, cultural y social, fundamentalmente. Dado el atraso existente en la Cuba colonial, los Amigos del País se preocuparon por tratar de solucionar los problemas que afectaban al desarrollo de la industria, la agricultura y el comercio. Para lograr sus propósitos nombraron comisiones que salieron al extranjero con el fin de estudiar los progresos materiales de las naciones más adelantadas. Además, promovieron la enseñanza de la botánica, importaron máquinas y utensilios hasta entonces desconocidos para labrar la tierra; introdujeron nuevos métodos para el cultivo de la caña de azúcar y lucharon en favor del establecimiento del ferrocarril, por la supresión de impuestos a las industrias nacientes y por el cese del estanco del tabaco. Se interesaron en proyectos para empedrar las calles y para iluminarlas y en planes de construcción de caminos. En el orden cultural, la Sociedad abrió en el mismo año de fundada la primera biblioteca pública del país y creó, en 1816, su Sección de Educación, a la que se le asignó primero la tarea de inspeccionar la enseñanza primaria y después la dirección total de la misma. Fundó el Jardín Botánico en mayo de 1817 y la Academia de Pintura, Dibujo y Escultura «San Alejandro» en enero de 1818. Recibió este nombre en honor al Intendente Alejandro Ramírez, que fue director de la sociedad entre 1817 y 1822. Propició la creación de cátedras de química, matemáticas y economía política, y ayudó al sostén de la academia de música «Santa Cecilia». Como labor social tomó a su cargo el patronato de la Casa de Beneficencia y Educandas, creó una casa para enfermos mentales, introdujo, gracias a las gestiones de Tomás Romay, la vacuna contra la viruela. A partir de 1813 la Sociedad abrió delegaciones, llamadas Diputaciones Económicas, en diferentes localidades de la isla, para que atendieran las más urgentes necesidades. En 1813 se fundó la de Puerto Príncipe, en 1827 la de Trinidad, en 1829 la de Santa Clara. También se crearon en otros pueblos de las provincias, como Cárdenas, Cienfuegos, Remedios y Sancti Spíritus y en la capital de la provincia matancera. Es necesario destacar que la primera Sociedad Económica que hubo en la isla fue la de Santiago de Cuba, fundada en 1787, pero en esa época tuvo una labor muy limitada. Alcanzó mayor auge después del año 1825. Otros directores de la institución fueron figuras tan notables como José de la Luz y Caballero, Antonio Bachiller y Morales, José Silverio Jorrín, Rafael Montoro. Ocuparon otros cargos Félix Varela, Manuel Costales, Felipe Poey, el conde de Pozos Dulces, EnriquePifieyr0, Pedro José Morillas, Rafael Matamoros, Antonio Zambrana, Domingo del Monte, José Agustín Govantes y José Z. González del Valle, entre muchos más. Desde su fundación, la sociedad editó regularmente sus Memorias. Tuvo a su cargo la administración y redacción del Papel Periódico, el primero en su género que vio la luz en Cuba y que había empezado a editarse en octubre de 1790. Entre 1831 y1834 publicó, bajo los auspicios de la Comisión Permanente de Literatura, organismo creado en 1830 y adscrito a la sección de Educación de la Sociedad Económica, la Revista y Repertorio Bimestre de la isla de Cuba, titulada, a partir del segundo número, Revista Bimestre Cubana (véase). Al cesar en 1899 el dominio español, la Sociedad dejó de ser corporación oficial y continuó su labor como institución privada. Su radio de acción en el nuevo período político por el que atravesó la isla no fue tan amplio como en la época colonial, debido a la especialización de distintas asociaciones como el Círculo de Hacendados, las Cámaras de Comercio, Industria y Navegación y otras, que absorbieron las funciones de la Sociedad en muchas de sus ramas. Su tarea quedó concretada a actividades de carácter cultural, tales como conferencias, publicaciones, cursos, convocatorias a concursos, así como a la administración de los intereses confiados a su custodia y destinados al sostén de los planteles de enseñanza puestos bajo su dirección por la voluntad de sus fundadores. Las labores de la Sociedad Económica de Amigos del País cesaron en 1959, al ser incorporadas sus funciones culturales a nuevos organismos que se crearon al triunfo de la Revolución.

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Recurso: Diccionario de la Literatura Cubana on Buho.Guru