Social

(La Habana, 1916-1933; 1935-[1938]). Revista mensual ilustrada. El primer número correspondió al mes de enero. Durante toda su existencia fue dirigida por Conrado W. Massaguer, quien fue además su principal ilustrador gráfico y caricaturista. En 1918 Emilio Roig de Leuchsenring se hizo responsable de la «parte literaria», cargo que empezó a denominarse «director literario» a partir de 1923. En 1922 el subtítulo varió a «Artes. Letras. Teatros. Deportes. Sociedad. Modas». En el número inicial se expresaba, entre otras observaciones, lo siguiente: «He aquí, bella lectora o amable lector, el primer número de Social. Como la joven y tímida «girl» la noche de su «debut» en el gran mundo, así se presenta esta publicación, ruborosa, pero acicalada con sus mejores galas, dispuesta a conquistarte. En Cuba, donde somos pesimistas por idiosincrasia, se reciben las ideas nuevas, con un gesto de escepticismo, sobre todo si se trata de publicaciones de lujo como ésta. A pesar de ello hoy aparece, animosa y dispuesta a triunfar, esta revista cubana, que no te atormentará con artículos de política de barrios, ni estadísticas criminales, ni crónicas de la Guerra Europea por «croniqueurs» a veinte millas del «fighting front», ni disertaciones sobre las campañas de Sanidad o la mortandad de los niños. Social será una revista consagrada únicamente a describir en sus páginas por medio del lápiz o de la lente fotográfica, nuestros grandes eventos sociales, notas de arte, crónicas de modas, y todo lo que pueda demostrar al extranjero, que en Cuba distamos algo de ser lo que la célebre mutilada, la sublime intérprete de «L'Aiglon» nos llamó hace algún tiempo.» Pudieran establecerse dos etapas en la vida de esta importante revista cubana: una primera, que abarcaría desde sus inicios hasta el mes de agosto de 1933, fecha en que salió el último número de Social a raíz de la caída del dictador Gerardo Machado. La segunda etapa se iniciaría en septiembre de 1935, fecha en que comienza a publicarse nuevamente, y duraría hasta su desaparición. La que denominamos primera etapa está caracterizada, en primer lugar, por el rico aporte que significa para la revista la presencia en su dirección literaria de Emilio Roig de Leuchsenring, una de las figuras más destacadas de nuestra intelectualidad. Hombre de ideas avanzadas, de firme actitud antimperialista, de amplio contacto con el movimiento cultural europeo y latinoamericano, abrió las páginas de Social al pensamiento intelectual de su época. Dadas estas características no resulta extraño, pues, que en un mismo número de Social aparecieran reseñadas las aristocráticas fiestas de la alta sociedad habanera y, conjuntamente, un trabajo del destacado pensador revolucionario y comunista peruano José Carlos Mariátegui. La burguesía, por supuesto, ni leía ni entendía estos trabajos. Sólo buscaba verse reflejada en las fotos o reseñada en las notas sociales. Pero no es menos cierto que la publicación de tales materiales contribuyó en gran medida a ampliar y a dar nuevos horizontes a todo un grupo de jóvenes intelectuales cubanos de ideas progresistas, que también colaboraron en sus páginas. Al respecto señalaba Roig de Leuchsenring, en un artículo titulado «Diez años de labor», que apareció en la propia revista: «Cuando asumí, en 1923 la Dirección Literaria me propuse agrupar junto a la revista a los elementos intelectuales nuevos de Cuba, -valiosísimos la mayor parte de ellos, pero dispersos y disgregados, como se encontraban también todas las demás figuras de nuestro mundo literario y artístico. Y mis propósitos los he visto, con creces, realizados. Para demostrarlo ahí está ese Grupo Minorista, conocido ya en América y en España, cuya importancia y trascendencia en el moderno desenvolvimiento intelectual de Cuba será reconocido y apreciado por los críticos e historiadores que estudien y juzguen nuestra época. Al Grupo Minorista debe Social su auge y esplendor literario y artístico, lo que hoy significa y lo que hoy vale. Sin los minoristas, mi labor hubiera sido, incompleta y defectuosa. Hoy la bandera de Social y la de ese grupo se confunden, y Social se enorgullece de ser su órgano, su revista. Por los minoristas, Social ha podido realizar la obra de selección y depuración de valores literarios y artísticos que he acometido desde la dirección; por ellos, Social ha ofrecido en sus páginas la constante actualidad artística y literaria y ha dado a conocer las figuras, doctrinas y escuelas más nuevas y avanzadas que en Europa y América han aparecido en estos últimos años; con su cooperación, a Social le ha sido tarea fácil y grata, el romper lanzas y librar campañas por mil nobles empresas, patrióticas e intelectuales.» Este artículo evidencia cuál fue el verdadero papel que jugó la revista en la que hemos denominado primera etapa, pues fueron precisamente los miembros del Grupo Minorista (véase) los que asumieron una actitud más crítica y radical ante los problemas sociales, culturales y económicos de Cuba. El contenido de la revista fue amplísimo. Aparte de las páginas dedicadas al mundo social, publicó cuentos, poemas, crítica literaria, trabajos históricos, musicales, de arte -con preferencia las artes plásticas-, capítulos de novelas, reseñó acontecimientos culturales y publicó notas teatrales. También en sus páginas se dio espacio a un abundante material cinematográfico y deportivo. Contó con varias secciones fijas, como «Los últimos libros», de crítica; «Costumbristas cubanos», que recogía las mejores páginas de escritores que cultivaron esta manifestación literaria durante el siglo XIX; «Poetisas cubanas», que publicaba la producción poética de escritoras, tanto del siglo pasado como del presente; «Acotaciones literarias» e «Índice de lecturas», que también reseñaban libros recién aparecidos y recogían notas de actualidad cultural; «Bibliofilia cubana», a cargo de Domingo Figarola-Caneda, dedicada a tratar sobre «libros raros»; «Escritores latinoamericanos», donde aparecían comentarios sobre los autores más destacados de nuestro continente, y «Recuerdos de La Habana», sección que firmaba el propio Emilio Roig de Leuchsenring con el seudónimo Cristóbal de la Habana y que se dedicaba a recoger los principales detalles históricos relacionados con la fundación, auge y desarrollo de la capital de Cuba. Especial atención merece la sección «Notas del director literario», que iniciaba cada número de la revista, y era redactada por Roig de Leuchsenring. En ella aparecen, en forma sucinta, los más destacados asuntos culturales del momento, tanto cubanos como internacionales, conmemoraciones notables y, en general, noticias de gran interés. Larga es la lista de colaboradores cubanos cuyas firmas aparecieron en Social: Juan Marinello, Alfonso Hernández Catá, Enrique Serpa, Agustín Acosta, José Zacarías Tallet, Rubén Martínez Villena, Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Ramiro Guerra, Luis Felipe Rodríguez, Rafael Suárez Solís, Rafael Esténger, Medardo Vitier, Antonio Iraizoz, Regino Pedroso, Félix Pita Rodríguez, Emilio Ballagas, Enrique Labrador Ruiz, Fernando Ortiz, Manuel Navarro Luna, Raúl Roa, Gonzalo de Quesida y Miranda, Emeterio S. Santovenia, José M. Valdés Rodríguez y José Luciano Franco. Copiosa es también la colaboración de escritores extranjeros de primer orden. Gabriela Mistral, Vicente Blasco Ibáñez, José Santos Chocano, Alfonsina Storni, Antonio y Manuel Machado, Rufino Blanco Fombona, Juana de Ibarbourou, Rafael Heliodoro Valle, Leopoldo Lugones, Francis de Miomandre, Alfonso Reyes, Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez, Langston Hughes, Jacinto Benavente, Enrique Diez Canedo, Alejandro Casona, Jaime Torres Bodet, Miguel Ángel Asturias, Rafael Alberti, José Vasconcelos, Federico García Lorca, Horacio Quiroga, Diego Rivera, Salvador de Madariaga, Paul Valéry, Vicente Aleixandre y otros. La que hemos denominado segunda etapa de la revista está caracterizada, esencialmente, por la supresión casi total de material de carácter cultural, por lo que quedó reducida a una simple publicación dedicada a la alta sociedad. En enero de 1937 el título y el subtítulo de la revista pasó a ser «Social, la revista cubana». En abril-mayo de igual año fue nombrada jefa de redacción Sarah Cabrero. En el número correspondiente a agosto, del mencionado año, aparece una carta de Roig de Leuchsenring dirigida a Massaguer, la cual tiene estrecha relación con lo señalado antes. Refiere Roig. «Por mi viejo afecto hacia ti no puse reparo alguno a que mi nombre continuara figurando como Director Literario, al reaparecer Social en septiembre de 1935; pero como, realmente, desde entonces a la fecha no he desempeñado el cargo, ni me sería posible desempeñarlo dado el carácter de revista exclusivamente de sociedad, elegancias y frivolidades que tú has creído conveniente darle, y ahora me anuncias lo intensificarás aún más, te ruego me releves de seguir ostentando ese, más que cargo, título honorífico, que ni me cuadra ni me merezco. Ello no impedirá, desde luego, seguir colaborando, siempre que me lo pidas, en la revista.» En esta segunda etapa figuraron colaboraciones de Onelio Jorge Cardoso, Luis de Soto, Marisabel Sáenz, Carolina Poncet y José Lezama Lima. En el último número consultado (que corresponde a diciembre de 1937) se anuncia que continuará en el año siguiente. Se conoce la existencia de un número que corresponde a abril de 1938.

BIBLIOGRAFÍA «Actualidades. Social, la nueva revista de Massaguer», en Bohemia. La Habana, 8 (19): 11, may. 13, 1917. «Aniversario», en Social. La Habana, 2 (1): 9, ene., 1917. Bueno, Salvador. «El periodismo literario en Cuba. De El Fígaro a Social, en Crucero. La Habana, 1 (2): 17-22 y 38, abr.-jun., 1960. Marinello Videurreta, Juan. «Social. La revista de la joven intelectualidad cubana», en Libro de Cuba. La Habana, Talleres del Sindicato de Artes Gráficas de La Habana, 1925, p. 673. Marquina Rafael. «Auge y secreto de Social» en Social. La Habana, 20 (1): 11-12, ene., 1936. Pogolotti. Marcelo. «La revista Social», en su La República de Cuba al través de sus escritores, La Habana, Editorial Lex, 1958, p. 66-72. «Quince años», en Social. La Habana, 16 (1): 13, ene., 1931. Roig de Leuchsenring [Emilio]. «Diez años de labor», en Social. La Habana, 11 (1): 13, 97 y 101, ene., 1926; «En aquellos veinte años», en Social. La Habana, 20 (1): 16-17 y 63, ene., 1936.

Recurso: Diccionario de la Literatura Cubana on Buho.Guru

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  1. social — adj m y f 1 Que pertenece o se relaciona con las sociedades humanas o animales: organización social, vida social, fenómeno social, actividad social, ciencias sociales, justicia social... Diccionario del español usual en México
  2. social — De alta posicion economica y cultural. Diccionario de guanacastequismos
  3. social — Perteneciente a la sociedad. Que hace fácilmente amistades. Diccionario del castellano
  4. social — 1. adj. De la sociedad o relativo a ella: vida social. 2. De los problemas de la sociedad o que se interesa por ellos: reivindicaciones sociales. Diccionario de la lengua española
  5. social — Sinónimos: ■ comunitario, colectivo, general, benéfico Antónimos: ■ individual Diccionario de sinónimos y antónimos