VALDÉS, Gabriel de la Concepción

(La Habana, 18.3.1809-Matanzas, 28.6.1844). Fruto de los amores clandestinos entre la bailarina burgalesa Concepción Vázquez y el mulato peluquero Diego Ferrer Matoso, su nacimiento quiso mantenerse en secreto, por lo que fue depositado por su madre en la Casa de Beneficencia y Maternidad a los pocos días de nacido. Algunos meses después su padre lo sacó de allí. Hasta los diez años de edad no asistió a la escuela. Fue su primer maestro Pedro J. del Sol. Por dificultades de orden económico tuvo que abandonar sus estudios en ese plantel; más tarde, las relaciones de su padre, logradas a través del oficio, le permitieron ingresar en la escuela para pobres del Colegio de Belén. Luego pasó al colegio El Ángel, fundado y dirigido por Francisco Bandiarán. A los doce años escribió sus primeros versos, un soneto titulado «Una hermosa». Hacia 1821 interrumpió sus estudios elementales. La inestabilidad económica de su padre -quien poco tiempo después decidió trasladarse a México en busca de mejor suerte, donde murió sin lograr sus propósitos-, le llevó a trabajar en una carpintería. Ese mismo año ingresó como alumno en el taller del retratista Vicente Escobar; abandonó estos estudios en1823 para aprender el arte de la tipografía en la imprenta de José Severino Boloña. Las relaciones humanas y de trabajo con el impresor influyeron considerablemente en su formación, pero de nuevo los requerimientos económicos le impulsaron a la búsqueda de otro oficio más remunerativo: la fabricación de peinetas y otros objetos de carey. Su maestría en esta labor lo llevó a trasladarse a Matanzas a fines de 1826, al abrir allí un taller Nicolás Bota. Después de cinco años de permanencia en Matanzas (1826-1832), donde aumentó su fama de poeta, regresó a La Habana solicitado para realizar labores de dibujo y carey en la platería de Misa, lugar en donde conoció al poeta Ramón Vélez Herrera, quien, admirado de su talento, le presentó a Ignacio Valdés Machuca (seud. Desval), Francisco Iturrondo (seud. Delio) y Manuel González del Valle (seud. Dorilo). Con Ignacio Valdés Machuca estudió literatura, gracias a la ayuda económica que le prestó el farmacéutico Francisco Prendes, ya que tenía que perder jornadas de trabajo para llevar a cabo los estudios. Del taller de Misa pasó al de Antonio Prats; tampoco allí trabajó con regularidad, pues simultáneamente prestaba servicios en el escritorio de la casa comercial de Jaime Paulina. Más tarde se trasladó al establecimiento de Zangróniz. De esta época, recién llegado de Matanzas (1832), son sus amores con Rafaela (Fe), una joven negra -hija de esclava- atendida y educada por una opulenta familia blanca sin descendientes. A pesar de la oposición de sus familiares a estos amores, se hubiera casado con esta joven de no haber muerto ella en 1833, víctima del cólera. Compensando este sinsabor, estuvo el éxito de su poema «La siempreviva» en el certamen literario denominado Aureola Poética, en honor del poeta y político español Francisco Martínez de la Rosa, a la sazón Jefe de Gobierno, celebrado el primero de mayo de 1834 a orillas del Albeldares. En 1836, se unió maritalmente con una hermosa mujer de piel blanca que ocultó en sus poesías con el nombre de Celia. Su ruptura con ella, unido -según se afirma- al disgusto que le causaron ciertas relaciones amorosas de su madre, hicieron que se trasladara de nuevo a Matanzas ese mismo año. Ya en esta ciudad, comenzó a trabajar en la platería de Damas García y en el periódico La Aurora de Matanzas. Sin embargo, sus entradas económicas por ambos trabajos eran insuficientes. Por esos días hizo amistad con Sebastián Alfredo de Morales (sed. Lince), también redactor de La Aurora, y con un repentista nombrado José de Jesús Ocio. A fines de 1836 recibió una agradable sorpresa: José María Heredia le hizo una visita en el taller donde trabajaba con el fin de conocerlo. Su pobreza conmovió a Heredia, quien le propuso pagarle los gastos para que se fuera a vivir a México, invitación que declinó con distintos pretextos. Continuó sus colaboraciones en La Aurora y en El Pasatiempo. Hacía frecuentes viajes a la capital para visitar a su madre, no obstante las discrepancias existentes entre ambos. En uno de estos viajes estuvo preso durante siete días, al parecer por deudas. En febrero de 1840, algo decaído el uso de las peinetas y otros adornos de carey y resultando insuficiente el peso diario que percibía por sus colaboraciones poéticas en el periódico La Aurora, se trasladó a Villa clara, donde permaneció unos diez meses. Trabajó en una platería y colaboró en el periódico El eco de Villa clara. Su activa vida social atrajo las suspicacias de las. autoridades españolas. Una noche fue reducido a prisión de manera inesperada, pero fue puesto en libertad gracias agestiones de uno de sus admiradores. A fines de 1840 regresé a Matanzas. En 1842 contrajo matrimonio con María Gil Morales. Tres meses después de casado hizo su segundo y último viaje a Villa clara. Iba con el propósito de buscar trabajo en alguna platería. y, a la vez, con el fin de adquirir algunos gallos finos -a los que siempre fue tan aficionado- para revenderlos al regreso. Visitó, en la misma provincia, a Agua, Remedios y Cienfuegos. En abril, al regresar de un viaje a esta última ciudad, fue detenido y remitido a la cárcel de Trinidad (Las Villas). Aunque no pudo comprobarse su supuesta actividad constipativa, permaneció en la cárcel durante más seis meses. Ya libre, regresó a Matanzas afines de noviembre de 1843. Poco tiempo disfrutaría de libertad, pues fue detenido nuevamente el 30 de enero de 1844, acusado de ser uno de los supuestos jefes de la conspiración que luego fuera denominada «de la Escalera». En un proceso amañado, carente de garantías, fue sentenciado a morir fusilado por la espalda, junto con otros diez acusados. Siempre firmó su obra literaria con el seudónimo Plácido, por el cual es universalmente conocido.

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Recurso: Diccionario de la Literatura Cubana on Buho.Guru