malos tratos a menores

Malos tratos físicos, sexuales o emocionales practicados a un niño. Pueden ser evidentes o encubiertos y con frecuencia producen perjuicio físico o psíquico permanente, deterioro mental o, en algunas ocasiones, muerte. Los malos tratos a menores son el resultado de factores múltiples y complejos, que afectan tanto a los padres como a los niños, constituidos por diversas circunstancias estresantes del entorno, como una situación socioeconómica mala, un apoyo físico y emocional inadecuados dentro de la familia, y por cualquier cambio importante de vida o crisis, especialmente aquellas crisis que tienen su base en conflictos matrimoniales. Los padres con alto riesgo de ejercer malos tratos se caracterizan por presentar necesidades insatisfechas, dificultad para establecer relaciones interpersonales adecuadas, expectativas irreales acerca del niño y falta de experiencia educativa, junto con el hecho frecuente de haber padecido negligencia o malos tratos en su infancia. La presencia de marcas físicas obvias en el cuepo de un niño, como quemaduras, palizas o magulladuras, y signos de tensión emocional, incluidos los síntomas de retraso del crecimiento, son indicadores habituales de algún grado de negligencia o malos tratos. Con frecuencia es necesario realizar una placa de rayos X para detectar fracturas recientes o consolidadas en las extremidades o pruebas diagnósticas para identificar malos tratos sexuales.