transfusión de sangre

Administración de sangre total o algún componente, como los concentrados de hematíes, para reemplazar la pérdida sanguínea producida por traumatismo, cirugía o enfermedad. La sangre para transfusión se obtiene de un donante o donantes sanos cuyo grupo sanguíneo ABO y subgrupos antigénicos son compatibles con los del receptor y tienen un nivel adecuado de hemoglobina (alrededor de 13,5 g/100 ml para hombres y 12,5 g/100 ml para mujeres). Cada 500 ml de sangre recogida de un donante se conservan en una bolsa de plástico que contiene citrato-dextrosa o citrato-fosfato. Una unidad se puede almacenar en refrigeración durante sólo 3 semanas; en ese momento, los leucocitos, plaquetas y entre el 20 y el 30% de los hematíes ya no son viables, y los niveles de factores de la coagulación V y VIII son bajos.