valoración del dolor

Evaluación de los factores que alivian o exacerban el dolor de un paciente, utilizada como ayuda para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades y traumatismos. Las respuestas al dolor varían ampliamente de un individuo a otro y dependen de muchos factores físicos y psicológicos diferentes, como las enfermedades y lesiones específicas, la salud, el umbral de dolor, el miedo y la ansiedad y los antecedentes culturales del individuo en cuestión, así como de la forma en que cada individuo expresa su experiencia dolorosa. Se pide al paciente que describa la causa del dolor, si la sabe, su intensidad, localización y duración, los hechos que le preceden y la conducta que habitualmente sigue para manejar el dolor. El dolor intenso provoca palidez, sudoración fría, piloerección, dilatación pupilar y elevaciones del pulso, de la frecuencia respiratoria, de la tensión arterial y de la tensión muscular. Cuando el dolor breve e intenso remite, el pulso puede ser más lento y la tensión arterial más baja que antes del comienzo del dolor. Si el dolor es frecuente o prolongado, la frecuencia cardíaca y la tensión arterial puede que no aumenten notablemente.