Adventista del Séptimo Día, Iglesia
Denominación cristiana fundada por seguidores de William Miller y otros cristianos. Esperaban la inminente Segunda Venida de Cristo. Empezó a formarse en 1844, pero debido a las predicciones incumplidas de Miller, se organizó oficial y definitivamente en 1863. Su nombre revela el énfasis tanto en la Segunda Venida como en la observancia del sábado o séptimo día, práctica que tomaron de los «Bautistas del Séptimo Día» y otros creyentes. Entre sus fundadores estuvieron Joseph Bates y Elena Harmon White. A esta dama, de origen metodista, se le atribuye una inspiración especial como autora de libros fundamentales para la denominación, entre ellos se encuentran El camino a Cristo, El Deseado de todas las gentes, y muchos otros.
Según los adventistas, la inmortalidad solo se otorga a los justos en ocasión del regreso de Cristo. Afirman que los muertos están en inconsciencia total. También insisten en la purificación del santuario celestial, debido a que se inició una obra de juicio en l844 que durará hasta concluir el tiempo de la gracia. La mayoría de las otras doctrinas son parecidas a las de los cristianos evangélicos. Bautizan por inmersión y solamente a creyentes con suficiente edad. Practican un estilo de vida conservador, rechazan las bebidas alcohólicas, el tabaco, el baile, el café y las comidas que pueden dañar la salud. Enfatizan mucho el cuidado corporal y favorecen una dieta vegetariana.
Cada iglesia local elige a ciertos dirigentes (ancianos, diáconos, etc.) y juntas que forman parte de conferencias regionales gobernadas por una directiva. Estas conferencias crean uniones. Estas, a su vez, forman las numerosas divisiones que integran la Asociación General, de carácter mundial. Los pastores están sujetos no solo a la iglesia local sino a la denominación. Los adventistas promueven la educación, la salud, así como la distribución de Biblias y literatura. Su revista más conocida es El Centinela y El Heraldo de la Salud. Esta iglesia se extiende por todo el mundo.