águila
f. Persona vivaz e inteligente. El animal pasa a designar una cualidad al aplicarse a un ser humano, en este caso la inteligencia y, a veces, la agudeza visual. Por lo tanto, se produce un doble proceso o transformación simultánea: se intensifica una cualidad -ficticia o real del animal- y se aplica al mismo tiempo al ser humano, con la consiguiente animalización. Con este proceso se incrementan los rasgos, como por ejemplo la 'inteligencia'. Son metáforas muy comunes y habituales (ser un lince, un cerdo, un gallina, etc.), en las que siempre suele aparecer el indefinido un, que actúa como seleccionador de algunas de las propiedades del animal. Esta voz ya se empleaba en la germanía, tal y como señala J. L. Alonso Hernández (1979: 94), en El lenguaje de los maleantes de los siglos XVI y XVII: La Germanía, para referirse al ladrón astuto o a la persona hábil en el robar. Carlos ES UN ÁGUILA para los negocios, tiene mucha vista.
Diccionario de argot