ballena
f. Persona obesa y gruesa. Parece que los animales que habitan en el mar, tal vez por su tamaño y redondez (pensamos en la foca, la morsa o la ballena), han dado lugar a estas metáforas con marcada intención insultante para referirse a una persona obsesa, con la consiguiente animalización -véase asno. Además, se suelen emplear con mayor frecuencia para referirse a mujeres. Por otra parte, en el argot se crean numerosas voces para designar todo lo relacionado con el aspecto físico -lo considerado como negativo, la obesidad (foca, ballena, etc.) o la extrema delgadez (fideo, palillo), y lo positivo, vinculado al atractivo y «apetito» sexual (buenorro-a, jamona, cuerpo danone, estar camión, estar para hacer un favor, etc.)- y con las cualidades intelectuales, aunque de forma secundaria -también lo definido como negativo (burro, ceporro, etc.) o positivo (lumbreras, pitagorín)-. El ser humano mismo es el principal eje de atracción de un lenguaje egocéntrico. Caray, con qué BALLENA te vimos ayer. No cabía ni por la acera.
Diccionario de argot