caer
1. intr. Percatarse de un asunto. La acción de caer se emplea en sentido figurado para referirse a darse cuenta de un hecho; es un descenso hacia una realidad comprendida. ¡Ah! Ahora que me lo has explicado de nuevo, ya CAIGO. Ahora lo entiendo.
2. intr. Conquistar a una mujer o un hombre y conseguir que mantenga relaciones sexuales. ¿Qué, ya HA CAÍDO la vecinita o qué? -No, todavía no, se hace la dura.
3. intr. (delincuencia) Cometer un delito y ser capturado por la policía y encarcelado. En esta acepción se produce una transformación del sentido a partir de la expresión figurada caer 'venir impensadamente a encontrarse en alguna desgracia o peligro'. Compartimos plenamente la opinión de M. Millá (1975: 84), en El argot de la delincuencia, para quien esta palabra es un claro exponente de la mentalidad del delincuente: «Obsérvese cómo una vez más la idiosincrasia del delincuente se refleja en su habla: una de las cosas peores que puede sucederle es caer, porque si cae, queda inutilizado durante una temporada, en que debe curarse de las heridas. Es muy frecuente escuchar a los reclusos “tuve una caída en...”, como si cometer el delito fuera algo ajeno a su voluntad.» Al poco tiempo de CAER me hicieron la clasificación, entonces en la clasificación estaba el arajai (cura), el médico, el doble (director), bueno, todos los que mandaban en prisiones.
4. caerle bien / mal a alguien loc. Simpatizar o tener malas relaciones con alguien. Pepe NO ME CAE NADA BIEN, siempre está insultando a los demás.
Diccionario de argot