desnudar a un santo para vestir a otro
Solucionar un problema creando otro. En el séptimo auto de La Celestina, Pármeno, que está en la cama con Elicia, y no se lo está pasando mal precisamente, se ofrece para acompañar a Celestina a casa:
«- Madre, ¿mandas que te acompañe?
-Sería quitar a un santo por poner en otro; acompañeos Dios, que yo vieja soy; no he temor que me fuercen en la calle.»
Era habitual en las iglesias de los pueblos que las amas de los curas o los sacristanes vistieran al santo que había de salir en procesión con los adornos y ropas de otros que quedaban en la iglesia; de ahí la expresión.
Diccionario de refranes, dichos y proverbios