bizcocho
En cualquiera de sus formas y con los sabores y olores con que lo acompañemos, el bizcocho, la base elemental de la mayoría de las tartas, recibe su nombre del latín biscoctu(m), palabra que no significa más que 'dos veces cocido', antes aplicado al pan que se «recocía» para secarlo más y que durara más tiempo, especialmente para usarlo en las largas travesías por mar. De esa técnica a la de la repostería sólo hubo un sencillo paso.
Es digno de mencionar el hecho de que el internacional biscuit significa, etimológicamente, lo mismo que nuestro bizcocho: bis-cuit, 'dos veces cocido'.
Diccionario del origen de las palabras